Con septiembre llega la vuelta al cole, un rompedero de cabeza para los padres que se hace aún mayor cuando nuestro hijo, con enfermedad celiaca, cambia de cole, de nivel educativo o acaba de ser diagnosticado. Pero siguiendo unos sencillos pasos podremos saber cómo de preparado está el colegio y cual ha de ser nuestra manera de actuar.
Para que todo salga correctamente deberemos de contactar con el profesor/tutor y con el responsable del comedor del colegio. Pero algo aún más importante es educar a nuestro hijo, que él sepa que es lo que no puede comer, incluso a edades muy tempranas en las que aún no sabe leer y necesitaremos que se lo aprenda de memoria.
- Si es nuestro primer año podrá preocuparnos si el colegio dispone o no de “opción sin gluten”.
Desde la Ley 17/2011 de Seguridad Alimentaria y Nutrición, todos los colegios tienen la obligación de ofrecer un menú sin gluten para los alumnos que así lo necesiten. El apartado 5 del artículo 40 indica “las escuelas infantiles y los centros escolares con alumnado con alergias o intolerancias alimentarias, diagnosticados por especialistas y que mediante el correspondiente certificado médico acredite la imposibilidad de ingerir determinados alimentos que perjudiquen su salud, elaborarán menús especiales, adaptados a esas alergias o intolerancias”.
Si las condiciones organizativas o el coste adicional resultasen inasumible, se facilitarán a los alumnos los medios de refrigeración y calentamiento adecuados, de uso exclusivo para estas comidas, para que pueda conservarse y consumirse el menú especial proporcionado por la familia.
2. El comedor deberá garantizar además del menú sin gluten las condiciones necesarias para que no exista contaminación cruzada.
El menú ha de ser igual de equilibrado nutricionalmente que el resto de los menús con gluten. Si se realizan sustituciones del menú base, han de ser nutricionalmente adecuadas, esto no significa que todos los días el menú sea exactamente igual que el menú con gluten.
El menú debe darse por escrito a las familias, esto es muy importante en niños muy pequeños que aún no saben decirnos correctamente lo que han comido.
Una vez que como padres conocemos estos puntos importantes, deberemos de ponernos en contacto con el profesor.
3. Es muy importante la comunicación con el tutor y con el resto de los profesores que estarán con el niño. Le comunicaremos el diagnóstico de celiaquía y le aportaremos informe médico. Aprovecharemos para aportarle información sobre la enfermedad celiaca, si es posible hacerlo por escrito mejor.
Si el niño es muy pequeño, le explicaremos la importancia de que el material que el niño maneje sea sin gluten, por ejemplo, las plastilinas, o aquellos elementos que utilicen en sus manualidades, como los macarrones que se utilizan mucho en manualidades en Educación Infantil.
Le preguntaremos como organizará los cumpleaños en clase. Si el profesor nos indica que es preferible que los niños lleven un pequeño detalle y no comida será ideal, en caso contrario, al ser una costumbre muy arraigada que los niños lleven galletas o chuches, le podremos hacer llegar un paquete de chuches sin gluten para que cuando se repartan alimentos que el niño no pueda comer, no se quede sin nada en el reparto y se sienta desplazado, de esta manera el niño podrá participar en la fiesta como el resto.
4. Organizaremos una reunión con el responsable del comedor para que nos informe del procedimiento que se sigue en el colegio. Además de garantizarle un menú sin gluten deberemos de tener en cuenta las medidas adecuadas para evitar la contaminación cruzada (higiene de manos, limpieza de la mesa, uso de utensilios limpios…).
No serviría de nada que preparemos un tupper con la comida y que el niño se la termine comiendo en una mesa llena de migas de pan con gluten. Este no sería un ambiente seguro y tendríamos un gran riesgo de contaminación cruzada.
Es muy importante que tanto el responsable del comedor como cada uno de los trabajadores tengan la formación adecuada y comprendan los peligros a los que se enfrenta el niño con enfermedad celiaca.
5. Es muy importante también educar a la clase. Si sus compañeros conocen los problemas que puede tener en caso de comer gluten, van a estar mucho más sensibles con el tema. Si son muy pequeños podemos recurrir a cuentos sencillo como “Don Gluten el Travieso” o a charlas informativas si ya son más mayores. De esta manera los niños se implican tanto dentro del aula como fuera, esto último es interesante si el niño acude a la casa de algún compañero a pasar la tarde o a un cumpleaños.
Con unos pequeños cuidados el curso transcurrirá de modo tranquilo para los padres y el niño se sentirá feliz como uno más de su clase.
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